La falta de espacio es mucho más que evidente en los bloques, donde además de no contar con colchones de buena calidad, los boxeadores no tienen donde colocar sus ropas, ni sus utensilios de entrenamiento.
El espacio de cada una de las dos habitaciones en las que duermen los 40 boxeadores que actualmente viven en ese pabellón, debería ser utilizado como mucho por ocho o 10 jóvenes, sin embargo, en cada uno hay 18 y 22, siendo esta además de una gran sobrepoblación, una razón por la que todo sea mucho más difícil de realizar entre ellos, incluyendo los entrenamientos.
Como parte de una solución, el comité ejecutivo de la federación plantea la que parece ser una luz al final del túnel: la construcción de una villa de boxeo.
Según Luciano Ramírez, quien es miembro del comité ejecutivo y expresidente del Instituto Nacional de Educación Física (Inefi), la construcción de una villa es la mayor necesidad del pabellón de boxeo, ya que eso le daría la oportunidad a los jóvenes pugilistas a tener una digna estancia allí.