Por. Enrique Encarnación C.
Puerto Plata. – La falta de respeto mostrada por un miembro de las fuerzas armadas hacia una autoridad civil, como lo ocurrido ayer en Puerto Plata, es completamente injustificable. Un militar que alega estar cumpliendo órdenes superiores y, pese a su tiempo de servicio en la institución, demuestra un desconocimiento del código de ética y de las funciones que rigen al Ejército de la República Dominicana, no merece vestir ese uniforme.
Rechazamos categóricamente este acto de irrespeto hacia la representante del Poder Ejecutivo en Puerto Plata, Claritza Rochtte Peralta de Senior. Este tipo de comportamiento, más allá de evidenciar una falta de profesionalismo, pone en entredicho la relación de respeto y colaboración que debe existir entre las fuerzas militares y las autoridades civiles.
Esperamos que las consecuencias para este miembro del Ejército estén a la altura de la gravedad de la falta cometida, no solo como una respuesta a la ofensa directa hacia una representante del gobierno, sino también como un recordatorio a todos los miembros de las fuerzas armadas de que el respeto a la autoridad civil es fundamental para el mantenimiento de la institucionalidad y el orden democrático en nuestro país.
Este incidente debe servir como un llamado a la reflexión sobre la necesidad de fortalecer la formación ética y profesional dentro de nuestras instituciones militares, para que situaciones como esta no vuelvan a repetirse.
¡Esperemos los resultados!