LF refuta lo dicho por Abinader sobre Venezuela y la «reforma»

El expresidente Leonel Fernández acusó al presidente Luis Abinader de emitir  «falsedades e inexactitudes» sobre la participación suya (de Leonel) como observador de las elecciones de Venezuela.

En un comunicado que leyó en rueda de prensa, el exmandatario y presidente del opositor partido Fuerza del Pueblo (FP) refuta criterios que Abinader emitió en su habitual encuentro con la prensa de los lunes en el Palacio Nacional.

LO DICHO  POR ABINADER:

El Jefe del Estado dijo:  «Mira, es normal que la oposición tenga posiciones,  y yo les pregunto: ¿en que él ha estado de acuerdo con el Gobierno?. No estuvieron de acuerdo con la forma en que se manejó la pandemia, no estuvieron de acuerdo con la segunda vacuna y además hay que admitir que tenemos posiciones y visiones muy diferentes, no solamente sobre la Republica Dominicana (sino) sobre el mundo.  El ha criticado nuestra posición sobre Venezuela; son posiciones muy diferentes;  él apoya el régimen, nosotros pensamos que debe haber democracia. Tenemos posiciones también diferentes sobre la Constitución. Nosotros tenemos una mayoría que él nunca tuvo;  sin embargo  lo que vamos a hacer es limitarnos el poder y asegurar de que ahora ni mañana puedan cambiar los términos de elección.  El cambió la Constitución y se quitó el nunca jamás. Tercero, en la parte del Ministerio Público independiente, él dice que es ahora independiente, es decir, que Radhamés Jiménez su actual secretario general del Partido y el que fue procurado, r era independiente. Entonces, son dos visiones diferentes».

https://youtube.com/watch?v=maxvPkfb0Uk%3Fsi%3D-_eQzRAI7Uaiwgn_

RESPUESTA DE FERNANDEZ 

La respuesta de Fernández es la siguiente:

«En su respuesta a la prensa, en el marco de su programa, LA Semanal, el presidente Luis Abinader incurrió en varias inexactitudes y falta de veracidad, que me obligan a aclarar.

En primer lugar, no es cierto que haya vertido crítica alguna a su postura con respecto al caso de Venezuela. En lo que a mí se refiere, participé en las elecciones presidenciales de Venezuela del pasado 28 de julio, en calidad de observador internacional, donde lo había hecho en otras ocasiones, no solo en ese hermano país sudamericano, sino en otras naciones latinoamericanas.

En esa condición de observador, tuve la oportunidad de reunirme con los candidatos presidenciales, incluyendo, en dos ocasiones, con el principal candidato opositor, Edmundo González.

Para ejercer las funciones de observador internacional, sin perder la confianza de las partes en disputa, era indispensable mantener siempre una posición de imparcialidad frente al certamen electoral.

INFORME FINAL

Por esa razón, en el informe final presentado sobre los resultados electorales en Venezuela, junto al expresidente de Colombia, Ernesto Samper, establecíamos lo que sigue:

     “1.  Enfatizar el valor de mantener la paz y evitar todo tipo de manifestación de violencia, que provocan muerte, destrucción, desestabilización y dolor.

  1. Que el CNE, tal como han sugerido el Secretario General de la ONU y el Centro Carter, garantice la transparencia del proceso electoral, publicando la totalidad de las actas de escrutinio, desagregadas por centros y mesas de votación.

Este primer paso es esencial, ya que permite a todas las partes interesadas acceder a la información necesaria para una revisión exhaustiva. Es crucial que dicho proceso sea percibido como imparcial y objetivo por todas las partes involucradas”.

Eso fue publicado, primero, en Venezuela, y a partir de ahí, distintos actores a nivel internacional, asumieron la misma actitud de solicitar la entrega de las actas de escrutinio para determinar la legitimidad del certamen electoral.

Lo que ha reclamado el gobierno de Luis Abinader y de otros gobiernos de la región, no ha sido más que lo mismo que habíamos formulado nosotros inicialmente en nuestro informe de resultados en Venezuela.

FALTA A LA VERDAD

Por consiguiente, ha incurrido en una falta a la verdad el presidente de la República, cuando quiere señalar que con respecto al caso de Venezuela, yo he procedido a un respaldo del gobierno venezolano, y él, el presidente Abinader, a la democracia.

Naturalmente, a partir de sus palabras comprendo mejor la campaña mediática que su gobierno y su partido, el PRM, montaron en mi contra, por la gestión de observación electoral que estaba realizando; y que había llevado a cabo también en el 2015, encabezando la delegación de UNASUR, cuando la oposición venezolana obtuvo mayoría de votos para la representación de la Asamblea Nacional.

NO HUBO OPOSICIÓN A SEGUNDA DOSIS DE VACUNA CONTRA EL COVID

En otro orden, tampoco es cierto lo referido por el presidente Abinader en el sentido de que me opuse a la segunda dosis de vacunación durante la época del Covid 19. De hecho, procedí a vacunarme en las dos ocasiones en que hubo disponibilidad para ello.

Mi oposición fue a la tercera vacunación; y esto, no por capricho, sino porque coincidí con el criterio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que “para el uso de las vacunas contra la COVID-19 desarrolladas por Sinovac, Pfizer y BioNTech, y por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, a la fecha (28 de junio del 2021) no existía evidencia científica sobre si era necesario aplicar una o varias dosis de refuerzo de estas vacunas después de finalizar la pauta vigente de dos dosis para cada una y el tiempo en el que deberían aplicarse…”

Luego, mi observación a la aplicación de la tercera dosis, en esos momentos, no obedecía a un afán de oposición, sin justificación alguna. Obedecía a que conforme lo decían las dos más importantes organizaciones sanitarias del mundo, todavía no había evidencias científicas de que se necesitase su aplicación.

AVENTURA DEL GOBIERNO

El azar y la protección divina permitió que no ocurriese una tragedia en la República Dominicana. Pero lo cierto es que fue una aventura del gobierno poner en riesgo la salud del pueblo dominicano, solo, tal vez por encubrir una compra excesiva de vacunas y jeringuillas que estoy seguro el tiempo contribuirá a aclarar.

NO ES CIERTO QUE EN REFORMA DEL 2020 SE ELIMINARÁ LA REELECCIÓN

En tercer lugar, es de rigor poner de relieve que la reforma constitucional del año 2010, no es cierto que se eliminara el nunca jamás a la reelección presidencial.

Primero, porque en la Constitución que se estaba reformando, no existía el concepto de nunca jamás. Eso fue en la reforma constitucional del 2015. Por consiguiente, no se podía eliminar lo que no existía. Si el presidente Abinader hubiese investigado este aspecto de la reciente historia constitucional dominicana con mayor detenimiento, no habría incurrido en el exabrupto emocional en que incurrió.

SOBRE EL MINISTERIO PÚBLICO INDEPENDIENTE

Finalmente, con respecto a la propuesta de reforma constitucional para establecer el Ministerio Público Independiente, observamos con sorpresa que en el proyecto enviado en el día de hoy al Senado de la República, se afirma, sobre el objeto de dicha reforma, en el inciso b, lo que sigue: “Consolidar la autonomía constitucional del Ministerio Público y especializar sus funciones”.

De igual manera, en el considerando quinto, en el cual se lee: “que, al reforzar la independencia del Ministerio Público…”

Luego, en el artículo 2 del referido proyecto, se vuelve a repetir: “b) consolidar la autonomía constitucional del Ministerio Público…”

Nos preguntamos: ¿Es posible consolidar y reforzar lo que no existe?

Parece que nuestro criterio de que conforme al artículo 170 de la Constitución de la República, y a los artículos 2 y 17 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, el Ministerio Público independiente existe en la República Dominicana.

Afortunadamente, ha llegado, aunque tardíamente, a la comprensión de las esferas palaciegas.

NO ES CIERTO QUE SEA «REFORMA SIN PRECEDENTES»

Lamento, señor presidente, no estar de acuerdo con lo referido en uno de los párrafos finales de su carta de envío al Senado de la República, en la cual usted afirma que su propuesta “se trata de una reforma constitucional sin precedentes en la historia de la República Dominicana”.

No creo, con toda franqueza, señor presidente, que eso pueda ser admitido o aceptado ni siquiera por cualquier incipiente estudiante de derecho».