Siempre se ha dicho que el atleta dominicano posee un “ADN diferente”, y esta afirmación se hace evidente cuando se observa el rendimiento de los nadadores del país, a menudo provenientes de familias con recursos limitados y entrenando en instalaciones poco óptimas para su desarrollo. La natación es un claro ejemplo de esta situación.
En los últimos 15 años, los nadadores dominicanos han conseguido 11 medallas en lo que se denomina ciclo olímpico. Katherine Martínez y Claudia Cueli regresaron al podio centroamericano después de 20 años, logrando una medalla de bronce en natación artística durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez 2010. Previamente, en 1990, Tomás Bisonó y Manolo Cabrera obtuvieron dos bronces en la modalidad de carrera en México.
Desde entonces, el deporte acuático ha cosechado 10 medallas en competiciones centroamericanas (seis de bronce y cuatro de plata) y una medalla de plata en los Juegos Panamericanos, gracias a Jonathan Ruvalcaba, quien hizo historia en Santiago 2023.
A pesar de estos logros, la natación en República Dominicana enfrenta un desafío significativo: la falta de instalaciones dedicadas exclusivamente a los atletas olímpicos. Actualmente, el país cuenta con tres piscinas públicas: la del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, una en Santiago en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y otra en La Vega, que fue recuperada en 2019 después de más de 15 años cerrada para los Juegos Nacionales.
Radhamés Tavárez, presidente de la Federación Dominicana de Natación desde 2008, explicó que las instalaciones existentes no son suficientes para el desarrollo óptimo de los atletas. “Contamos con una piscina y media: la que compartimos con nadadores privados, la de Santiago, que tiene un comité de natación, y la reciente en La Vega. Sin embargo, ninguna de estas piscinas está manejada por nosotros, salvo la de Santiago, donde tenemos presencia”, comentó Tavárez.
A pesar de los desafíos, el éxito continuo de los nadadores dominicanos destaca la resiliencia y el talento que, a pesar de las limitaciones, sigue brillando en la arena internacional.