El Gobierno de Israel destituye al jefe del Shin bet, Ronen Bar

internacional. El Gobierno de Israel destituyó en la madrugada de este viernes al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, después de que el gabinete del primer ministro, Benjamin Netanyahu, votara por unanimidad a favor del despido.

El último día de Bar al frente del servicio de inteligencia nacional será el 10 de abril, ya que el Gobierno adelantó su despido después de haberlo programado inicialmente para el día 20.

Sin embargo, la oficina de Netanyahu considera que podría irse antes si los ministros aprueban un reemplazo permanente.

Esta es la primera vez en la historia de Israel que un Gobierno despide al líder del Shin Bet.

Conflicto de intereses en la destitución

La reunión para aprobar la destitución duró cerca de tres horas y media y a la misma no acudió Bar, quien a sabiendas de que sería despedido envió una carta dirigida a los ministros del ejecutivo israelí en la que advirtió que su salida estaba “totalmente contaminada por conflictos de intereses” y constituía un intento “fundamentalmente inválido” de socavar al Shin Bet.

La fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, quien estuvo presente en la reunión, expresó su oposición a la medida.

Su oficina le había informado a Netanyahu ese mismo día que el Gobierno debía obtener la recomendación de un comité asesor antes de considerar la destitución de Bar.

El ahora exjefe del servicio de inteligencia israelí relaciona su cese con la investigación que hace el Shin Bet sobre los vínculos de la oficina de Netanyahu con Catar.

«Huele a intereses extranjeros y a un conflicto de intereses sin precedentes», añadió Bar en la carta reproducida por los medios israelíes.

En la misiva, Bar critica a Netanyahu porque, asegura, el primer ministro no ha justificado los motivos de su despido. «A pesar de mi solicitud, no se proporcionaron ejemplos concretos», afirma.

Mientras tanto, Netanyahu dijo, según su oficina, que decidió la destitución de Bar porque lo considera «blando» en el cargo y que «no es la persona adecuada para rehabilitar la organización (Shin Bet)».

“Llevo muchos años gestionando negociaciones diplomáticas. Su enfoque era blando y no lo suficientemente agresivo”, aseguró Netanyahu en declaraciones que reproducen medios locales como The Times of Israel.

Protestas contra el ‘Catargate’

Las horas previas a la destitución de Bar estuvieron enmarcadas por miles de israelíes que salieron a las calles de Jerusalén y de Tel Aviv para mostrar su rechazo al despido de Bar, justo cuando este organismo investiga el escándalo del ‘Catargate’, los supuestos pagos de este país a exasesores de Netanyahu para crear una campaña favorable al país del golfo.

Años antes, el Shin Bet investigó cómo Catar financió durante años al grupo islamista Hamás, sin que Israel lo impidiera.

En las calles de Jerusalén, los manifestantes repitieron con ahínco que «Netanyahu es un peligro para la democracia», como lo afirmó un exmiembro del Likud, el partido del mandatario israelí en declaraciones recogidas por la prensa local.

A las protestas también se unieron el Foro de los Familiares de los Rehenes y grupos pacíficos que piden el fin de la guerra en Gaza, después de que el Gobierno israelí ordenara el martes reanudar la ofensiva contra el enclave palestino, donde todavía quedan 59 rehenes en manos de Hamás.

Otro exjefe dice que Netanyahu le pidió «cosas ilegítimas»

Otro exjefe de la inteligencia interior israelí (Shin Bet) entre 2011 y 2016, Yoram Cohen, afirmó que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le pidió hacer «cosas ilegítimas y legalmente cuestionables» cuando ocupaba el cargo, lo que cree que puede ocurrir de nuevo con los futuros responsables de la agencia.

En una entrevista con el Canal 12 de la televisión israelí emitida este viernes, un día después de que el Gobierno israelí destituyera a Ronen Bar, Cohen indicó que Netanyahu busca a un jefe de la inteligencia interior que le sea «leal personalmente» en detrimento de su deber y lealtad frente al país y la ley.

«Más de una vez, incluyéndome a mí y a personas que vinieron después, él (Netanyahu) pidió cosas ilegítimas y legalmente cuestionables», precisó el exjefe del Shin Bet.

El año pasado, Cohen reveló que el primer ministro le llegó a pedir que espiara en 2011 a los entonces jefes del Ejército, Benny Gantz, y del Mosad, Tamir Pardo, ante el temor de que pudieran filtrar información sensible de una reunión. (EFE)