Noticias037:-A partir del próximo lunes, Estados Unidos ampliará los tipos de visa disponibles en su consulado en La Habana. Sin embargo, este cambio no incluye las visas de no migrante por negocios (B-1) y turismo (B-2), las cuales llevan años sin ser procesadas en Cuba.
La embajada estadounidense en La Habana anunció la decisión el miércoles, marcando un nuevo paso en la gradual recuperación de sus servicios consulares, que fueron severamente reducidos desde 2017 debido al denominado «síndrome de La Habana».
A partir de la semana que viene, el consulado en Cuba aceptará solicitudes para varios tipos de visa, entre ellas: las visas de trabajadores temporales o aprendices (H), de visitantes de intercambio (J), de transferencias dentro de una misma empresa (L) y de trabajadores con habilidades o logros extraordinarios (O). También se podrán solicitar visas para atletas, artistas y animadores (P), para participantes en programas de intercambio cultural internacional (Q), y para miembros de denominaciones religiosas que realizan trabajos religiosos (R).
La embajada no proporcionó detalles sobre por qué ahora se reanudan estos tipos de visas pero no las de no migrante, que tienen una mayor demanda y deben ser solicitadas por los cubanos en países terceros, principalmente Guyana.
La legación ha subrayado que esta reapertura gradual de servicios consulares se debe a cuestiones administrativas y logísticas, incluyendo la asignación y desplazamiento de personal, así como su instalación efectiva en Cuba.
El «síndrome de La Habana» se refiere a una serie de incidentes de salud que afectaron al personal diplomático estadounidense en Cuba. En su momento, la Administración Trump (2017-2021) atribuyó estos incidentes a «ataques sónicos» presuntamente apoyados por el Gobierno cubano. Sin embargo, informes de diversas agencias estadounidenses han indicado que no hay evidencia de tales ataques ni de responsabilidad por parte de La Habana, que siempre ha negado cualquier vínculo con los hechos, calificándolos de motivaciones políticas.
La denuncia del Gobierno Trump marcó el fin del período de «deshielo» entre Washington y La Habana iniciado durante la administración de Barack Obama. Cuba ha estado bajo sanciones estadounidenses durante más de seis décadas, con un endurecimiento notable bajo la presidencia de Trump.